

EL RATÓN Y EL LEÓN
Había una vez un ratón que estaba preso entre las garras de un león.
El ratoncillo no estaba así por haberle robado comida al león, sino porque estaba jugando y merodeando por donde el león estaba durmiendo, y por no poder descansar, apresó al ratón.
El ratón, al verse preso, le pidió disculpas al león por haberle molestado, y éste, conmovido, lo perdonó.
Pasado un tiempo, estando el león cazando, cayó en una trampa( una gran red que había escondida entre la maleza). Quiso salir, pero la red se lo impedía ; entonces, empezó a rugir con fiereza pidiendo auxilio. El ratón, al oír sus rugidos, sin pensarlo dos veces, fue hacia el sitio donde se hallaba el león preso y comenzó a roer la red. Así consiguió romperla y pudo liberar al león.
F. M. de Samaniego (adaptación)

LA LIEBRE Y LA TORTUGA
Una liebre se burlaba de una tortuga.
-¡Qué lenta eres! ¡Cómo te arrastras!
-¿De veras? –dijo la tortuga-. Haz una carrera conmigo y te venceré.
-Qué jactanciosa eres –dijo la liebre-. De acuerdo, correré contigo. ¿A quién pediremos que marque la línea de llegada y confirme que la carrera es justa?
-Pidámoselo al zorro –dijo la tortuga.
El zorro era muy sabio y justo. Les mostró la línea de partida, y cuánta distancia debían correr.
La tortuga no perdió tiempo. Partió de inmediato y continuó la marcha.
La liebre anduvo a los brincos varios minutos, hasta que dejó a la tortuga muy atrás. Sabía que podía llegar rápidamente a la meta, así que se acostó a la sombra de un árbol y durmió una siesta.
Al cabo de un rato se despertó y se acordó de la carrera. Se levantó de un salto y corrió a toda velocidad.
Pero cuando llegó a la meta, la tortuga ya estaba allí.
-Las carreras se ganan con tesón –declaró el zorro.
( Esopo)
Actividades
¿ Qué palabra falta?
1.- La liebre se burlaba de una…
2.- Hicieron la apuesta de una …
3.- El árbitro fue…
4.- El zorro era muy sabio y …
5.- La tortuga no perdió …
6.- La liebre durmió una …
7.- La tortuga llegó antes a la …
8.- Las carreras se ganan con …
9.- El autor de la fábula se llamaba …

LA ZORRA Y LAS UVAS
Es voz común que a más del mediodía
en ayunas la Zorra iba cazando
halla una parra, quédase mirando
de la alta vid el fruto que pendía
Causábala mil ansias y congojas
no alcanzar a las uvas con la garra,
al mostrar a sus dientes la alta parra
negros racimos entre verdes hojas.
Miró, saltó y anduvo en probaduras,
pero vio el imposible ya de fijo.
Entonces fue cuando la Zorra dijo:
«No las quiero comer. No están maduras.»
No por eso te muestres impaciente,
si se te frustra, Fabio, algún intento:
aplica bien el cuento,
y di: “No están maduras”, frescamente.
Las Gallinas gordas y flacas
Vivían en un corral varias gallinas: unas bien cebadas y gordas; otras, por el contrario, flacas y desmedradas.
Las gallinas gordas, orgullosas de su buena facha, se burlaban de las flacas y las insultaban llamándolas huesudas, muertas de hambre, etc., etc.
Pero el cocinero, debiendo preparar algunos platos para el banquete de Año Nuevo, bajó al gallinero y eligió las mejores que allí había.
La elección no fue difícil. Entonces, viendo las gallinas gordas su fatal destino, envidiaron la mejor suerte de sus compañeras flacas y esqueléticas.
No despreciemos jamás a los débiles;
quizá tengan mejor suerte que nosotros.